Hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que invita a reflexionar sobre el papel que cada sector desempeña en la transición hacia un modelo más sostenible. En el ámbito de la construcción, esa transformación ya está en marcha. La construcción industrializada —basada en procesos controlados y elementos prefabricados— se consolida como una vía eficaz para avanzar hacia edificaciones más eficientes, responsables y respetuosas con el entorno.
Una nueva forma de construir
Este tipo de construcción permite trasladar buena parte del proceso a fábrica, en condiciones controladas y con una planificación más precisa. Esto se traduce en una mejor gestión de recursos, tiempos de ejecución más cortos y un entorno de trabajo más seguro y predecible. Una evolución que suma eficiencia sin renunciar a la calidad técnica ni al valor arquitectónico.
Foto: Fábrica de PREINCO, 2025
Residuos bajo control
Uno de los beneficios más visibles es la reducción de residuos en obra. Al fabricar componentes a medida y transportar solo lo necesario, se evitan descartes innecesarios. Estudios recientes estiman que este modelo puede reducir hasta un 60 % los residuos generados, facilitando también estrategias de economía circular como la reutilización y el reciclaje.
Ahorro de agua y energía
Los procesos en seco y la fabricación en fábrica reducen significativamente el consumo de agua, especialmente en comparación con métodos que dependen de mezclas y trabajos húmedos. Además, al acortar los tiempos de ejecución y limitar el uso de maquinaria en obra, también disminuye el consumo energético. Muchas edificaciones industrializadas integran medidas de eficiencia desde el diseño, lo que puede reducir entre un 40 % y un 75 % la energía necesaria para su climatización.
Menor huella de carbono
La mejora en la eficiencia de procesos y logística, junto con un uso más racional de recursos, contribuye directamente a reducir las emisiones de CO₂. En muchos casos, se puede llegar a recortar hasta un 60 % de las emisiones asociadas a la fase de construcción. Además, al tratarse de edificaciones más eficientes energéticamente, el impacto ambiental también se reduce durante toda su vida útil.
Foto: Proyecto Residencial Florestta Valdebebas, 2017
Logística optimizada, menor impacto
Otro punto clave es la mejora en la logística del proyecto. Los componentes llegan a obra en el orden y momento adecuados, reduciendo desplazamientos, emisiones, ruido y actividad en el entorno urbano. Esto permite una ejecución más limpia, ordenada y con menos interferencias con la comunidad o el medio ambiente.
El compromiso de PREINCO con la sostenibilidad
En este contexto de transformación del sector, en PREINCO nos posicionamos firmemente del lado de la construcción sostenible. Como empresa pionera en construcción industrializada, nos reafirmamos en nuestro compromiso con el medio ambiente, aplicando prácticas que reducen residuos, ahorran recursos y disminuyen emisiones en cada proyecto.
Como prueba de ello, contamos con la certificación UNE-EN ISO 14001, que avala nuestro sistema de gestión ambiental.
En el Día Mundial del Medio Ambiente, queremos subrayar que seguimos, con hechos y resultados, en el cambio hacia un modelo de construcción más sostenible, responsable y respetuoso con el planeta.
Foto: Paneles GRC tipo sándwich
